Spring

Spring
Primavera en Mannheim, Alemania. Paisaje fotografiado y editado por mí.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Trascender

Mis queridos amigos y lectores, le ha llegado el turno a la entrada de Diciembre, que hace casi un mes vengo estructurando en mi cabeza. Como siempre, empiezo agradeciendo a todos aquellos que se toman el tiempo de leer y/o de comentarme. Para los que se pasan pero que aún no se animan a dejar un comentario, los invito a escribirme :). Sus opiniones, palabras de ánimo, o el simple hecho de saber que están allí me animan a seguir adelante.

Para esta ocasión me gustaría mostrarles dos de mis pinturas favoritas, ejecutadas a manos de los pintores italianos Michelangelo Merisi da Caravaggio, un gran exponente del Barroco,  y Guido Reni, de la escuela Boloñesa. Ambos pintores, como es bien conocido de la pintura italiana, presentan esa fuerte tendencia a la representación de temas y personajes del catolicismo.

La primera obra que les comparto es el Juan Bautista de Caravaggio. Sí, de nuevo Juan Bautista (no sea que piense que tengo algo en su contra en este blog). Esta pintura es particularmente de mi agrado por el esquema de colores que maneja. El fondo otoñal se mezcla perfectamente con el rojo de los ropajes y con el cabello de Juan. Adicionalmente, la pintura desprende un aire de melancolía y tristeza que la hace bastante atractiva. Es casi como si hubiésemos sorprendido a Juan llorando y este hubiera apartado ligeramente avergonzado la mirada, verdad? Algo que me gusta mucho también de ésta obra es la fragilidad que insinúa con el juego de luz y sombras, dándole a la piel ese aspecto suave, con la contextura delgada del personaje y su apariencia decididamente juvenil y ligeramente devastada.

John the Baptist, Michelangelo Merisi da Caravaggio, 1604. Nelson-Atkins Museum of Art, Kansas City.

Juan Bautista fue, de hecho, objeto de aproximadamente ocho pinturas de Caravaggio. En todas ellas se presenta a un muchacho (lo que se aleja de la tradición de pintar a este personaje como un hombre maduro) melancólico y solitario. Los fondos son siempre paisajes ensombrecidos, en donde el juego de la luz con la sombra toma un papel fundamental. Adicionalmente, se puede reconocer a Juan Bautista por el uso de elementos primarios como lo son el bastón, la piel de camello y el manto rojo que apenas logran cubrirlo. En muchas ocasiones lo acompaña también un cordero.

La segunda obra se trata de San Sebastian de Guido Reni. Este santo, al igual que el Juan Bautista de Caravaggio, fue pintado en varias ocasiones por el mismo pintor. San Sebastian fue un soldado romano condenado a morir por flechas por defender su fe. San Irene lo libera mientras aún está vivo y cura sus heridas. Fue un santo muy popular debido a que se le atribuía el poder de detener epidemias. La composición de la pintura es siempre la misma: el santo se encuentra amarrado a un tronco, mirando hacia el cielo, como quien entrega su vida a las manos de Dios, mientras múltiples flechas atraviesan su cuerpo.

The martyrdom of Saint Sebastian, Guido Reni, 1616. Boston Athenaeum Gallery.

Un pobre soldado en su instante de martirio. Pero apuesto a que ustedes, así como yo, han notado algo. Para una pintura en donde un soldado está siendo ejecutado el personaje luce demasiado… sensual. Nos encontramos con un jovencito apuesto, amarrado de las muñecas, apenas cubierto por un trapo, que mira hacia el cielo con una expresión de muchas cosas, menos de agonía. Esto es porque, en una época en donde el homosexualismo no estaba bien visto, no había nada más conveniente que excusarse en temas religiosos para explotar el desnudo y la sensualidad masculinas, y esto es algo a lo que Reni recurre a lo largo y ancho de su obra, las cual les invito a apreciar.

Tras la presentación de estas dos pinturas les comparto, como de costumbre, uno de mis poemas, que lleva el mismo título que esta entrada. Este escrito es parte de mi último poemario titulado “Borrascas Universales”, así que está recién salido del horno :). Aquí, como en muchos otros poemas, exploto el concepto de “el Rey”. Espero que lo disfruten y me dejen saber qué piensan al respecto.
Trascender

Soy solo yo quien tiene acceso
a las cumbres inexpugnables
sobre las que se asienta tu cabeza.
Allí en donde las águilas
construyeron su reino
y sus tronos de piedra,
allí en donde la luz de las estrellas
descendió por vez primera
y besó los dedos extendidos
de la tierra.

Cada pico es más helado
que aquel al cual sucede.
Cada uno añora más
el inconcebible toque
de los cuerpos que se
cobijan en el corazón de la galaxia.

Allí, sobre esas cimas blancas,
he visto tejerse como racimos escarchados
los pensamientos del reino
de los hombres sabios,
el corazón tibio de la valentía,
y los ojos negros de los pájaros
que han divisado la altura divina de dios.

Así pues, seré yo,
que he visto cómo te perfilas
envestido por los siglos,
quien levante el peso de la corona de los años,
el cetro del regente que ejecuta la sentencia
y el orbe de este mundo que fue amado por tus ojos;
para que a ti solo te corresponda adornarte con los lujos
cincelados noche a noche por las mareas del mundo,
por los cuentos de las viejas
y La Traviata de las olas.
_______________________________
Estefanía Figueroa Buitrago 

Cierro con la hermosísima canción “Candle in the Night” de la banda turca Almöra, una de los mejores proyectos de metal sinfónico con los que he tenido la suerte de toparme. Su propuesta es diferente e innovadora y les ha ganado un lugar muy alto entre la música turca. Espero que les guste tanto como a mí.



Les deseo a todos para estas épocas decembrinas muchas alegrías. Nos estaremos leyendo pronto, pues espero hacer otra actualización antes que termine el año!

domingo, 2 de noviembre de 2014

Borrascas Otoñales

Y se me ha ido Octubre sin realizar una publicación. No me siento orgullosa de ello. No obstante, (que quede claro que no es excusa) no quería publicar nada nuevo hasta no haber respondido a todos los comentarios que me han dejado. Los leo todos apenas los publican, para eso tengo el blog sincronizado con el correo electrónico :), pero las entradas se estaban acumulando y aún había comentarios sin contestar. Agradezco el tiempo que se toma cada uno en dejarme su opinión, apreciación o simplemente su saludo! Así que si me han dejado algo alguna vez, en algún lado, tengan por seguro que ya se encuentra contestado, y si no, que hable el (sin intención) ignorado y ya encontraremos una compensación ;).

A modo de disculpa (o tortura para ustedes, depende de cómo se mire :p), por estar ausente tanto tiempo, voy a realizar una publicación un pelín más larga de lo habitual.

Primero que todo, quiero compartirles unas fotografías que mi tío, el poeta Gustavo Figueroa, me compartió hace poco y que él mismo tomó. Unas fotografías que capturan el espíritu del otoño en Suecia, en donde él vive, y más específicamente, en la ciudad en la que reside: Gävle.




Hace casi dos años tuve la grandiosa oportunidad de conocer este lugar. Gävle es un municipio de alrededor de 90.000 habitantes (puede que sean un poco más) y está ubicado en el centro-oriente de Suecia. Es una ciudad pequeña y tranquila a los ojos de los que estamos acostumbrados al caos de las grandes ciudades del sur.




Algo que me llamó mucho la atención es una tradición que tiene que ver con una cabra. La cabra de Gävle surgió cuando al señor Stig Gavlén se le ocurrió hacer una cabra de paja gigante a modelo de la tradicional cabra de navidad sueca en 1966. El 1 de diciembre la cabra se instaló en la plaza del castillo (en el centro) y a la media noche de noche vieja fue quemada. Desde entonces, cada año, se instala la cabra y cada año arde. Lo curioso es que quemar la cabra es ilegal! Quién la quema… bien, pues eso no se sabe, pero el hecho de que arda es lo que le da su renombre. Lastimosamente cuando yo llegué (y eso que llegué antes de navidad), la cabra gigante ya había pasado a una mejor vida :(. A cambio, pude sacar bastantes fotografías con el resto de cabras decoradas que se encuentran por todo el lugar.




(EDIT: Mi tío me acaba de compartir una foto tomada por él mismo en Diciembre del año pasado - eso sería Diciembre del 2013 - para que conozcan el famoso macho cabrío del que he estado hablando - sí, también me ha hecho la corrección de que es un macho cabrío y no una cabra):




Dejando por ahora de lado a Gävle, me gustaría compartirles el resultado del concurso a nivel nacional en Colombia, a cargo de la Casa de Poesía Silva (Bogotá), llamado “el amor en la poesía”. Yo me presenté a dicho concurso con Afelio y Perihelio como parte de un mismo poema y aunque no gané, la experiencia fue enriquecedora y los poemas ganadores fueron de muy buena calidad. En caso que gusten  leerlos (son 5 ganadores y 5 con mención) pueden visitar la página web de la casa, cuya dirección es:


Algo que encontré muy prometedor fue el hecho que se presentaron más de 2.500 personas. Creo que ni yo, ni los jurados, según lo comunicaron ellos, nos lo esperábamos :).

Y ahora, como no puede faltar, les comparto uno de mis escritos. Solo que esta vez decidí que no fuera uno sino varios, debido a la longitud de los mismos. Más que poemas completos, son interludios que escribí para uno de mis poemarios titulado “Apelaciones en la corte interna de justicia” y llegan a un total de nueve. Espero que los disfruten y los encuentren interesantes.

I

Mirando a través del espejo
En donde yo no soy yo y las flores silvestres sonríen con malicia
Si pudiera dedicarles una sinfonía…
Una más allá del sonido de cristales rotos…

Alicia a través del espejo y lo que encontró allí

II

Lo único que me impide creer que estoy loco
Es que ya hace mucho tiempo he perdido la cabeza

Reflexiones indeseadas

III

¡Cuando todo lo que sentimos se nos vuelva incontrolable
Sabremos que ha llegado el momento de las arias!

El momento de las arias

IV

La fragilidad de cada movimiento
No abandonará la ausencia miserable que en neblinas se eleva en tus ojos
Son estados en los que alucino
Con mis manos por Shakespeare comandadas encontrándose en tu rostro…

Necesidades pt. I

V

Las palabras que hilvano en incongruencias necesariamente mías
Son un cruel aliciente para que beses estos labios

Die Leiden des jungen Werthers

VI

¡Mira allí! Hay restos de demencia adornando las paredes
Como bocas que me indican la necesidad de cometer un crimen

Necesidades pt. II

VII

Guarda todos los ataúdes y llévatelos lejos
Guárdalos para los muertos que los esperan
Porque me he liberado del peso del mundo
Y caminaré libre por estas tierras

Nigromante

VIII

¡Frágil dedo, atraviésate, con la aguja de una rueca
Y haz que los reyes, todos ellos, destrozados se retuerzan!

La tragedia de los otros

IX

¡Suenen todas las trompetas, truenen todos los tambores!
Una nueva sinfonía que preceda a la tormenta
¡Sean fieros querubines que anuncien a estertores 
La decisión de este jurado, absoluta e incompleta!
Hoy he sido descubierto como realmente soy
Hoy he sido condenado a morir en una celda…

Juicio Final
_______________________________
Estefanía Figueroa Buitrago

Cierro esta entrada con Saltarello La Manuelina de la banda alemana Haggard y con los mejores deseos para la nueva semana que se aproxima. Un brazo a todos y todas. 


lunes, 29 de septiembre de 2014

La Danza de los Siete Velos

Hace ya un mes que no escribo una nueva entrada para mi blog. Un mes en el que han pasado cosas de gran importancia para mí. Tal vez la principal, y aquella que ha consumido más mi tiempo, fue la sustentación pública de mi trabajo de grado, en el cual estuve trabajando durante el último año y que acaparó durante ese tiempo todos mis esfuerzos. La sustentación, y con ella la etapa final de mi pregrado en ingeniería electrónica, terminó muy satisfactoriamente y ahora es el momento en que puedo considerarme, faltando solo la ceremonia de grado, una ingeniera, logro que se lo debo tanto a mis amigos, como a mi familia y a todas las personas que de una u otra manera han contribuido en mi formación.

El mes pasado les presenté a la diosa de la belleza, Afrodita, y estuve hablando un poco sobre las representaciones divinas otorgadas a la belleza femenina y la naturaleza terrible de estas mujeres seductoras. Esta vez les traigo una historia que se encuentra en la misma línea. La historia de una mujer que se ganó con su danza la cabeza de un personaje mundialmente conocido.

Herodes Antipas, tetrarca de Perea y Galilea desde el 4 a.C. hasta el día de su muerte, estaba casado con Herodías, la mujer de su hermano Filipo, con quien tuvo una hija de nombre Salomé. Juan Bautista no aprobaba esta unión, pues Herodías era mujer divorciada y su matrimonio iba en contra de la ley judía. Herodías odiaba por esta razón a Juan y deseaba su muerte, pero Herodes lo respetaba y temía sabiendo que era un hombre sabio y justo. Decidió pues no matarle, sino encerrarlo en la cárcel.

Llegó entonces el día del cumpleaños de Herodes y se dio un banquete al cual asistieron magnates, tribunos y los principales de Galilea. En medio de la celebración, la bella Salomé ejecutó una danza para el rey que embelesó y robó el aliento a todos los presentes.  “Pídeme lo que quieras y te lo daré. Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino” le juró el rey a la muchacha. “¿Qué voy a pedir?” le preguntó ella a su madre. Esta contestó: “La cabeza de Juan el Bautista”. Salomé volvió entonces al salón principal y le dijo a Herodes “Quiero que ahora mismo me des, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista”. Aquello llenó de congoja al rey, pero él había jurado darle a ella lo que pidiera, y así fue como el buen Juan perdió la cabeza.

Pero es a Oscar Wilde a quien le debemos el nombre de “la danza de los siete velos”, refiriéndose al baile ejecutado por Salomé, y a Richard Strauss su popularización por medio de su opera Salomé.

Esta es, sin duda, una de mis historias favoritas. La historia de una de las mujeres fatales de la Biblia (o de dos, si se considera que aquella que movió los hilos fue la madre y no la hija). De cómo dos hombres poderosos perdieron la cabeza por un baile, por el deleite momentáneo de la juventud y la gracia.

 Salomé y la aparición de la cabeza de Bautista,  Gustave Moreau.

También les comparto en esta ocasión mi poema llamado Peregrinaje que espero disfruten.

Peregrinaje

Abriré al tiempo mis brazos
y veré a la arena de las dunas
ser arrastrada por los vientos.
Antepondré a tus ojos,
palacios del dios sol,
la severidad de mis facciones
y pediré en tus salones de oro
una audiencia que dure
lo que dure el universo.

Seremos la caravana
que atraviesa como un cuchillo
el corazón de las naciones,
agua en boca del peregrino
cuyos pies descalzos
construyeron su propia odiosea.

Si levantas el destino de las masas
con tus manos desnudas
y aun así tienes la fuerza
de alzar al cielo la mirada,
es porque en ti vive la voluntad
de la fuerza creadora,
un torbellino de milagros
que remonta el vuelo
y trenza las cascadas de oro
de los mismísimos ángeles
allí en el corazón blanco del mundo.

Entre los nombres de los reyes
el tuyo se sugiere más alto
y se sostiene sobre la llama
que encendieron los corazones
de los hombres en los albores
de su juventud.

No seré yo el objetivo de tu búsqueda,
pero puedo insinuarme como si fuera el camino.
_______________________________
Estefanía Figueroa Buitrago

Y cierro con esta canción de Nightwish titulada Sahara, de su albúm Dark Passion Play:

“Que descanse él ahora bajo los auspicios del espejismo
a medida que las arenas lentamente se convierten en los Campos Elíseos”


 Muchas gracias a todos aquellos que me leen, siguen y/o comentan. Ya me estoy poniendo al día con sus comentarios pasados. Les deseo una excelente semana :).

sábado, 23 de agosto de 2014

El Nacimiento de Venus

Tengo el gusto de encontrarme otra vez escribiendo una nueva entrada para mi blog, el cual había permanecido algunas semanas en estado de espera. Le debo el empujón que hacía falta a Juan D García, quien me recordó que había dejado las cosas un poco quietas por estos lados, de modo que corrí a buscar mi portátil y empecé a redactar las palabras que ahora están leyendo.

Hace ya algún tiempo que tenía la idea de dedicarle una publicación a la joven diosa de la belleza y la lujuria, la terrible Afrodita que podía tener a su disposición el amor de los hombres con solo clavar su mirada en ellos. Aquella diosa sin infancia que surgió de las espumas del mar y nació de los genitales que Crono cortó de Urano en las primeras eras de la mitología griega, cuando dos razas de deidades se enfrentaban unas a otras en la llamada Guerra Titánica: los Titanes y los Olímpicos, cuyo triunfo dio origen a la era de los Dioses Olímpicos.

El amor y el deseo, como fuerzas fundamentales  y poderosas que gobiernan a la raza humana han sido encarnados, en variadas épocas y por variadas civilizaciones, en diferentes contenedores femeninos. Inanna, en la mitología sumeria, era la diosa del amor, la guerra y protectora de la ciudad de Uruk. Ishtar era la diosa babilónica del amor, la guerra, la vida y la fertilidad. Los israelitas la conocieron como Astoret, diosa de la fertilidad y del amor sexual. Astarté para los fenicios. Venus para los romanos.

Es sumamente interesante el factor que, a pesar que estas civilizaciones estuvieron separadas por siglos, y sus culturas y cultos se diferenciaban, siempre estuvo presente la representación de la sexualidad femenina en todas ellas como uno de los ejes centrales de sus mitologías.

Las mujeres somos, después de todo, terribles y poderosas. Reinas de corazones y hechiceras del misterio.

En esta ocasión me gustaría compartirles mi escrito titulado “Desde la Coraza de Venus”.

Desde la Coraza de Venus

El nacimiento de Venus, William-Adolphe Bouguereau, 1879

Aquello que deseo es el camino.

El instante en el que Dios
juntó sus manos
y conjugó el universo
en tus ojos y la fuerza
en tus entrañas;
en el que Venus, alzando
sus manos desde las
profundidades de la concha,
ató sus cabellos
en la nuca de la belleza.

Eternamente
sucumbiré a los juegos
de los dioses
y los dejaré
libremente
poner precio a mi albedrío.

Mis manos no son más
que sus finas herramientas.
Mi voz es el aullido
que huyó del inframundo.

Te cantaré el peso
de los años desde
las eras de los
Primeros.

Voy a conjugar
en verbo las
tragedias de los
Segundos.
_______________________________
Estefanía Figueroa Buitrago

Para acompañar esta entrada nada mejor que la canción “Birth of Venus Illegitima”, el nacimiento de Venus ilegítima, de una de mis bandas favoritas (si aún no lo han notado :p): Therion. Los dejo con esta pieza musical y con su frase:

“Niña de pecado es mi nombre”


Por último, quiero mostrarles algo que me sorprendió muy gratamente hoy. Se trata de una imagen arrojada por el estudio estadístico que Blogger maneja para mi blog.


Esto me deja impresionada y contentísima y espero, junto a ustedes, seguir creciendo cada vez más. 

Hasta una próxima ocasión, y nuevamente gracias a todos los que me comentan. Leo y RE leo sus comentarios porque me encantan :).

miércoles, 23 de julio de 2014

Un Romance Planetario

El universo es algo que me apasiona. Sus misterios, sus secretos, sus fenómenos.

Las maravillas exteriores me han inspirado constantemente y han permitido la creación de varios de mis escritos. Tal es el caso de doce poemas que escribí hace tiempo reunidos en el poemario titulado “La Rueda de las Bestias”, en honor a las doce constelaciones posicionadas sobre la eclíptica. Vamos por partes.

La eclíptica es la línea a través de la cual trascurre el sol alrededor de la tierra. Es decir, es el camino recorrido por el sol a lo largo de un año respecto al fondo inmóvil de las estrellas. Esta percepción es aparente, pues define el movimiento aparente del sol visto desde la tierra. Por convención, la eclíptica se encuentra dividida en 12 zonas, en donde se sitúan las 12 constelaciones del zodiaco, que a su vez hacen parte de las 88 constelaciones en que se divide el cielo nocturno.

Cada una de las constelaciones es fascinante y el poder reconocerlas sobre nuestras cabezas en una noche despejada es un hecho que gratifica a quien sepa reconocerlas.

No obstante, el día de hoy no vine a hablarles del zodiaco. Ese punto lo dejamos para una publicación venidera.

Los dos escritos que les comparto hoy tienen su origen en dos fenómenos diferentes: el perihelio y el afelio. El perihelio es el punto más cercano de la órbita de un cuerpo celeste al sol, mientras que el afelio es lo opuesto, es decir, el punto de la órbita más alejado. Hace muchos años escribí un parte de poemas titulados “Afelio” y “Perihelio”. Son tan antiguos y mi estilo de entonces tan diferente que no me siento con valor de publicarlos (soy demasiado crítica conmigo misma como para que siquiera me guste lo que escribí el mes pasado :P). No obstante, el concepto logró inspirarme dos veces.

Originalmente pensaba hacer una recopilación en donde escribiría un poema para cada uno de los planetas del sistema solar, incluido Plutón que aún goza de mi afecto y preferencia por ser una representación del dios Hades, porque tiene cinco satélites con nombres geniales: Caronte, Nix, Hidra, Cerbero y Estigia; y por inspirar al padre del horror cósmico H. P. Lovecraft en la creación de la raza Mi-Go que le da el nombre de Yuggoth.

La idea original de la recopilación terminó en dos poemas sin nombre. El primero de ellos mezclaba características de Mercurio, Venus y Marte y era imposible ponerle un título que se referenciara a uno solo de ellos. Fue entonces cuando noté que nuevamente me había dejado llevar por el concepto del afelio y el perihelio, y fue así como decidí nombrarlos.

Los dejos entonces con este romance planetario que espero disfruten.

Perihelio


Soy esclavo de tu fuerza,
prisionero de tu luz.
Allá en donde empieza mi universo
y tú danzas en tu eje eterno
sólo para cegarme con tus ojos.

Me alejo y me agito en los bordes de tu reino,
como el pájaro que vio nacer a la reina
desde los confines de los ventanales.
Luego caigo, irrefrenable, imparablemente,
y veo la nada acercarse hasta que sólo
tu fuerza imperial logra detenerme.

Esto que crece entre tú y yo es la vibración de la danza inmutable,
tu a mi alrededor entretejiendo mis cabellos de fuego,
y yo al lado tuyo contemplando la grandeza de tus facciones.

No soy más que otro adorador de tu energía,
de tu ímpetu. Del capricho que me ha traído
desde el otro lado de la galaxia y ha conjugado
mi cuerpo del polvo, mi fuego del hielo,
mi voz del aullido de los agujeros negros.

Hágase en mí tu voluntad,
hágase la luz de las tinieblas,
levántate ahora desde el
más lejano de mis horizontes.

Yo te ofreceré el amanecer que te mereces,
la fragilidad de la bailarina, el árbol de los recuerdos,
el polvo rojo que cubre la piel de los hijos de ésta tierra,
y la oscuridad insondable de las aguas que inundan
los cráteres de mi alma.

En mí todo se torna y se convierte
y sube en halos hasta la atmósfera.
Cada partícula del aire que respiro
se torna en veneno que besa tu rostro.

Una chispa es lo que necesito
para incendiarlo todo,
el roce de tus lenguas de fuego
sobre mi piel tostada por la cercanía
de tu cuerpo celeste.
_______________________________
Estefanía Figueroa Buitrago

Afelio


El hielo aprendió a cavar
su hogar en mis venas negras,
a recorrerme de pies a cabeza
y a exhalar su polvo de estrellas
por entre los pliegues de mi boca.
Aprendió a anidar en mi pecho
que entonces era joven y sólo
buscaba el calor de sus estrellas,
tornó a mis extremidades en espadas afiladas,
a mis cabellos divergentes en la línea de asteroides.

Y me maldijo a contemplarte eterna y perezosamente,
mientras me consumo en el frío que me regala tu distancia.

Dejo a mis hermanos la tarea absurda
de regalarte todos los besos emanados
desde el centro de la tierra,
de contemplar tus giros a tan íntima distancia,
de padecer la asfixia de tus devastadoras reacciones.

A ti yo te entronizo por ser inalcanzable,
la luz que apenas llega a mis regiones exteriores,
una musa demasiado joven y vulgarmente sonrojada,
la única estrella danzarina que seduce a estos ojos.

Permitámosle al vacío extenderse
cada vez más entre nosotros
y al silencio ser el heraldo
de las conquistas en tu boca.
Ésta piel que ves tan negra
jamás ha sido arrebatada
por los embates de las explosiones,
ni por los dedos apasionados
que trasmutó en su juventud el universo.

Sólo por las rocas he sido complacido,
y sólo la distancia conoce el frío de mis besos.

No los cederé pues a tus labios para que se derritan,
ni conoceré la suavidad que se oculta a la aridez de mi terreno.
_______________________________
Estefanía Figueroa Buitrago

Para acompañar la lectura les comparto la canción de la banda finlandesa Nightwish titulada “Astral Romance”, perteneciente a su primer álbum “Angels Fall First”.



Como siempre espero sus comentarios y opiniones. Muchas gracias a todos aquellos que comentaron mi entrada pasada. Espero responderles personalmente pronto :) ¡Su apoyo es invaluable para mí!